Nuestra historia

Sobre Dulcamare

 

 

Hace más 19 años, el miedo de perder a su esposa enferma de cáncer hizo que Sebastián Sidney Arcentales,

experimente con la planta dulcamara (Kalanchoe gastonis bonnierí).

 

 

La madre de sus hijos, fue desahuciada por los médicos con un cáncer alojado en el útero, el cual se diseminó a otros órganos importantes de su cuerpo y luego de haber acudido a varios hospitales sin obtener una cura, el Ing. Sebastián Sidney Arcentales recordó que alguna vez en Cosanga (Napo-Ecuador) una moradora de ese sector le recomendó la planta dulcamara para combatir el cáncer y otras afecciones, así que probó suerte.

 

Emprendió un viaje para buscar la planta y la encontró en el oriente ecuatoriano, de regreso le  dió las hojas que había conseguido a su conyugue para que las mastique, siempre teniendo mucha fé y dedicado diariamente a que no se descontinúe el tratamiento. Después de tres meses ella estaba curada y el cáncer desapareció totalmente.

 

Desde entonces comenzó a promover el cultivo de la planta y a impulsar su consumo.

Año 2003

 

Luego de un tiempo, el menor de sus 4 hijos comenzó a sufrir de fuertes convulsiones, que según su cuadro clínico indicaba que lamentablemente iba a tener que dejar su vida estudiantil con el fin de precautelar su seguridad.

 

Fue desde ese momento que el Ing. Sebastián Sidney Arcentales desarolló el tan reconocido y exitoso producto PANACEER FORTE, logrando que su hijo mejorará su calidad de vida, las convulsiones se detuvieron por completo y pudo llevar su vida con total normalidad.

 

El Ing. Sebastián Sidney Arcentales acudia a institutos de cáncer y hospitales en la ciudad de Guayaquil, como un vendedor informal para ofrecer sus plantas y tratar de sanar a la mayor cantidad de personas. Inicialmente no tuvo mucho éxito debido a la incredulidad de las personas y las plantas que podía las vendía para el sustento de su familia o si no las regalaba tratando de que la gente se diera la oportunidad de conocer esta maravillosa planta, habiendo hecho la promesa luego de que su esposa e hijo sanaran que el 33% de las ganancias las destinaria a ayudar a los niños con capacidades diferenciadas.

 

En la actualidad

 

Habiendo superado muchas dificultades que se presentaron en el camino, hoy por hoy, son muchas las personas que dan fé de la efectividad de los productos de DULCAMARE, que nos escriben por medio de las redes sociales, dando su testimonio de sanación.

 

Toda esta difusión que realizan personas agradecidas y muchos años de trabajo ha logrado que DULCAMARE se vuelva una marca reconocida en el Ecuador e internacionalmente, llevando la gran gama de productos a muchas personas que sufrían de un deterioro en su salud y mejorando su calidad de vida.

 

DULCAMARE  cuenta con un vívero y un laboratorio de última tecnología para la elaboración y envase de sus productos, además cuenta con una red de distribución en crecimiento con locales en varias ciudades de Ecuador y distribuidores en algunos países.